Te he soñado escapándote de la verdad; hoy tu imagen se vuelve diferente, tu recuerdo parece que se va lentamente; me siento un poco más valiente y a ti que me heriste, tal vez sin querer, te perdono porque sé perder.

domingo, 9 de mayo de 2010

Yo, Que Te Creía Los Cuentos.



¿Controlas a tus pensamientos, o ellos te controlan a ti?

Sinceramente, no lo sé, y me parece una pregunta demasiado difícil, complicada, retorcida y madura para una persona como yo, vacía de experiencias suficientes como para contestarla. Por obligación y porque es la única respuesta lógica y real que se me ocurre, diré que sí, mis pensamientos me controlan. Y sí, yo también los controlo a ellos. Muchas veces, te obligas a ti misma a no pensar en algo o en alguien, a no darle vueltas a cierto tema, y acabas consiguiendo lo que te propones, enterrando en el más profundo rincón de tu razón el recuerdo de aquello que quisiste dejar atrás. En cambio, en otras circunstancias, es tu mente la que se sale con la suya, y te das cuenta de que es imposible realizar aquello que una parte de ti deseaba, o pretendía desear. Peleas contra tu instinto, contra tu mente revolucionada, limitándola, y, al bajar la guardia, el desorden vuelve a instaurarse. Porque a veces te sientes seguro, capacitado, y otras confundido, perdido. Eso es la adolescencia, supongo. Una montaña rusa que alguien ha de detener, una caída en picado de la que algún héroe tiene que salvarte. Hasta que te das cuenta de que no hay freno que pisar, ningún héroe al que llamar.


WLS

1 comentario: